viernes, 22 de marzo de 2013

Marató de Barcelona 2013

Ha pasado casi una semana desde la Maratón de Barcelona 2013 y las piernas siguen recordándome que, a pesar del crono, lo he dado todo. Digo a pesar del crono porque no he cumplido mis expectivas de bajar de 3h50'. De hecho me he quedado muy lejos, ya que pasé la línea de meta tras 4h8' de carrera, o, más bien, de alegrías y sufrimiento.
Una maratón más acabé con sensaciones agridulces. En este caso más dulces que agrias por los motivos que luego explicaré, pero, otra maratón más, no consigo hacer lo que me habia propuesto y para lo que me había entrenado duro durante casi 4 meses, quitándole tiempo a mi familia, cervezas a mi hígado y ocio a mi cuerpo.
La semana antes de la maratón empezaba mal: mi hija Laia, de casi 3 años, pilló una gripe que le hizo subir la fiebre y que no le dejaba dormir bien. Encima, aunque mi mujer intentaba irse a dormir a su habitación, ella sólo quería dormires conmigo, y me llamaba por la noche, por lo que sólo pude dormir más de dos horas seguidas dos días en toda la semana. El resto de días tuve que descansar con ella, despertándome cada hora o dos horas. No sólo eso, sino que tuvo que ocurrir lo normal en estos casos: yo también pillé un resfriado que me tuvo a base de frenadoles más de la mitad de la semana. Eso hizo que llegara a la maratón sin haber descansado mucho y, sobretodo, con un montón de mucosidad.
El día de la maratón me desperté ilusionado y optimista. Tan relajado me sentía que casi llego tarde a la salida, ya que pensaba que era a las 8:45am cuando en realidad era a las 8:30 (qué cabeza!).
Se dio la salida y traté de buscar un ritmo cómodo. Sabía que no podría hacer 3h45m pero intentería acercarme a las 3h50m, tomándome los primeros kilómetros con calma, ya que había una subida fuerte hasta la Diagonal. No me sentía mal e hice los 10 primeros kilómetros a 5'40'', bastante bien de sensaciones y de pulso. Después aceleré ligeramente y seguí corriendo a buen ritmo y sensaciones. El único problema es que la barriga la notaba pesada, no sólo por los geles (tomé muy poco), sinó tambien por la bebida. El agua entraba y se quedaba rebotando en mi estómago :-). Pasé la media maratón un pelín más rápido que el año pasado, lo que me dio ánimos ya que pensaba apretar a partir de entonces. Del km 20 al 25 es cuando empecé a notarme cansado, ahogado, con dolor de estómago y, sobretodo, con dolor de piernas, en especial rodillas y costados de los muslos (tensor y fascia lata). Mi cuerpo se estaba vaciando y lo noté en el km 25, cuando me aproximaba a la Diagonal. De repente mi cabeza dejó de enviar mensajes positivos y lo de siempre pasó: mi cabeza no tiró de mi cuerpo. Tengo que trabajar más mi coco, pero, a día de hoy, es lo que hay. La diagonal se me hizo eterna, y,  al dar la vuelta, pensé en retirarme. De hecho vivo en el barri de Poblenou, así que pensé: "me retiro, me ducho, pillo el metro y voy a por la bolsa". De hecho, cerca del km 30 me paré, directamente, me hice a un lado, me agaché y me dije:"a casa". Pero después me acordé de mi hermano, que me estaba esperando en el km 37. Me acordé de Cesc y el tiempo que ha dedicado a mis entrenos, me acordé de las horas de entrenos y, qué narices, me imaginé cambiado y duchado subiendo a por la bolsa, viendo a todo el mundo llegar, y sabía que me iba a sentir peor. Así que apreté el culo y me puse a correr otra vez, esta vez tratando de disfrutar más de la carrera, del público y de la gente de mi alrededor. Y así hice, la verdad que los últimos 10 kms los pasé tirando de mi cuerpo, tratando de apoyar a los que se iban quedando, parándome 1 minuto a saludar a mi hermano y su novia, haciendo alguna broma con los que decían que ahora las piernas iban solas, etc. Al final pude acabar en 4h8m, cansado pero contento porque había conseguido vencer a las ganas de retirarme... Y no era retirarme por una lesión, sino simplemente porque mi cuerpo estaba dolorido y mi cabeza no le daba la gana de tirar más.
Y, como he dicho antes, la prueba de que lo he dado todo es que las agujetas y dolores me están durando una semana, no como en Berlín que el martes siguiente ya estaba perfecto. Sé que esta vez las circunstancias familiares me han impedido descansar lo suficiente y que éso ha hecho que mi cabeza y mi cuerpo no respondieran como debieran. He de decir que no paré de moquear en 4h :-), tratando de no dar a ningún otro corredor o miembro del público.
Y ahora a seguir pensando en objetivos: de momento la Mitja Marató de Costa de Barcelona-Maresme, de principios de Abril, seguido por la Cursa de 9 barris y el siguiente gran reto, la Marxa dels Dips.
Pero lo importante es seguir haciendo ejercicio, salir a correr para subir las endorfinas, para estar un rato a gusto conmigo mismo y para poder romper alguno de los límites que ahora tengo.

1 comentario:

  1. Hola!!!
    Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs de Deportes y Fitness. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web dentro de un articulo de tu blog en la parte final de tu post, y yo te devuelvo un enlace en portada o un articulo completo en mis sitios, asi beneficiar ambos con mas visitas.

    me respondes a munekitacat@gmail.com
    besoss
    Emilia

    ResponderEliminar